jueves, 9 de noviembre de 2017

¡Salvo el poder, todo es ilusión! ¡Viva la Revolución Proletaria de Octubre!

El partido Comunista del Ecuador Sol-Rojo, saluda a nuestra todopoderosa ideología: el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo con los aportes de validez universal del pensamiento Gonzalo.
Saludamos al presidente Gonzalo, jefe de la fracción roja del MCI y de la revolución proletaria mundial.
Saludamos al proletariado internacional y al movimiento comunista internacional, a las guerras populares en Perú, Turquía, India y Filipinas, a los partidos comunistas que las dirigen; a los partidos marxistas-leninistas-maoístas militarizados en proceso de construcción o reconstitución cuya naturaleza de ser es la guerra popular para la construcción del nuevo poder y la derrota del imperialismo.
Saludamos las heroicas  luchas de liberación nacional de los pueblos oprimidos por el imperialismo, base y fuerza principal de la revolución mundial.
Hoy el proletariado internacional celebra los cien años del triunfo de la revolución proletaria en Rusia, y como no puede ser de otra manera, el proletariado, campesinado pobre y masas explotadas del Ecuador se suman a esta gran celebración cuyo propósito trasciende de la mera remembranza para esgrimirla como la base de todas las revoluciones verdaderas cuyo propósito final siempre será el comunismo.
No hay duda de que la revolución bolchevique bajo la correcta dirección de Lenin, tuvo la capacidad de imprimir un carácter diferente a los procesos revolucionarios que le antecedieron, no operó básicamente sobre el viejo estado como instrumento de dominación y sostén de relaciones de producción añejas, explotadoras, sino que asestó un golpe mortal a la propiedad privada sobre los medios de producción, convirtiéndola, de esa manera, en una verdadera revolución, tarea que solo y únicamente fue posible bajo la conducción ideológica del proletariado.
Celebramos los cien años de la gesta de octubre en un planeta incendiado en conflictos, con contradicciones entre los países oprimidos y opresores agudizadas al máximo; con diferencias de clase expuestos en el carácter social de la producción y la apropiación privada de ésta, cuyo carácter antagónico e irreconciliable también han sido elevados a su máxima expresión y que convoca a ser dirimidos con urgencia con guerra popular; con masas campesinas pobres, sin tierra, atadas a relaciones de producción semifeudales, serviles, que claman la alianza con su fuerza dirigente, el proletariado, para enterrar añejas formas de explotación que imperan en la mayoría de los países del orbe.
Celebramos los cien años de la gesta de octubre, precisamente cuando el imperialismo, en todas sus manifestaciones, se muestra herido de muerte, pútrido, cuya descomposición  la evidencia en la mayor agresión a los pueblos y naciones del mundo como estrategia en su nueva y dramática repartija del planeta.
Celebramos los cien  años de la gran revolución proletaria de octubre fortalecidos, porque tenemos el mejor legado de Lenin, de ese rojo octubre: la dirección y fuerza proletaria en todos nuestros propósitos; la certeza absoluta de que con correcta dirección ideológica la revolución es posible, de que el amanecer se avizora y de que el poder ya ha dejado de ser una tentación para convertirse en una realidad que se plasma poco a poco con violencia revolucionaria, con guerra popular; porque en estos cien años se llenó de gloria con la Gran Revolución Cultural En China y devino dialécticamente en marxismo-leninismo-maoísmo, más fuerte, más contundente, con un proletariado curtido y forjado en miles de lides y sabedor de que su responsabilidad no va solo se ciñe a sus propósitos de clase, sino también de aquellas clases sujetas de ser convocadas a la revolución y que inevitablemente debe transitar la dictadura del proletariado y su meta final, el comunismo; que ha logrado poner sobre el tapete de la lucha de clases y de las guerras de liberación nacional aportes trascendentales como el realizado por el presidente Gonzalo, las guerras populares en el Perú, Filipinas, Turquía y la India; con el fortalecimiento de posiciones comunistas, sobre todo en América Latina y Europa, donde el vórtice de la revolución va cobrando una fuerza poderosa que ineluctablemente colaborará en asestar la estocada final al mordaz imperialismo yanqui.
Que la celebración de la Gran Revolución Proletaria sea, además, un reconocimiento histórico a la gran dirección que imprimió Lenin al partido para la construcción de la dictadura del proletariado y el brillante trabajo de Stalin por consolidarla.
Que la celebración de la GRAN REVOLUCIÓN  PROLETARIA DE OCTUBRE se convierta en un himno convocador a desatar la furia de la clase, de los pueblos, el esfuerzo vital de los comunistas por iniciar, desarrollar y sostener guerras populares hasta el comunismo, sin perder la perspectiva de que la conducción a este supremo objetivo solo podrá realizarse bajo la guía ideológica del proletariado, la inclaudicable y vertical lucha en contra del oportunismo, el revisionismo y el centrismo.
¡VIVAN LAS INMARCESIBLES BANDERAS ROJAS DE OCTUBRE!
¡VIVA LA GRAN REVOLUCIÓN PROLETARIA!
¡VIVA EL MARXISMO –LENINISMO-MAOÍSMO!
¡SALVO EL PODER, TODO ES ILUSIÓN!
¡VIVA LA GUERRA POPULAR EN LA INDIA, FILIPINAS, TURQUÍA Y EL PERÚ!
¡VIVA LA CONSTRUCCIÓN Y RECONSTITUCIÓN DE PARTIDOS COMUNISTAS FORJADOS PARA LA TOMA DEL PODER!
¡MUERTE AL IMPERIALISMO!
¡MUERTE AL OPORTUNISMO Y AL REVISIONISMO!
¡POR LA SENDA DE LENIN, STALIN Y EL PRESIDENTE MAO HASTA EL COMUNISMO!
¡SI NO COMBATIMOS Y DESTRUIMOS AL REVISIONISMO, NADA HABREMOS HECHO!
A CONQUISTAR EL SOL ROJO DE LA LIBERACIÓN: ¡EL COMUNISMO!

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