viernes, 23 de junio de 2017

La Preparación de Continuadores de la Causa Revolucionaria del Proletariado - Capítulo X del libro "Una Comprensión Básica del PCCh"





Nota DPCP:
El blog "Defensa del PCP", a partir de hoy, pondrá a su disposición el libro "Una Compresión Básica del Partido Comunista de China", separado por capítulos a modo de correción de los posibles errores de tipeo y posteriormente compartiremos el libro completo en un solo archivo PDF.
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Capítulo X
La Preparación de Continuadores de la Causa Revolucionaria del Proletariado

Los estatutos del partido plantean: “debemos preparar millones de continuadores para la causa de la revolución proletaria”. Esta es una grande y gloriosa tarea estratégica que la historia ha encomendado a nuestro partido. Tal tarea sólo puede cumplirse si todo el partido le atribuye importancia. Por lo tanto, todas las organizaciones y miembros del partido deben estudiar conscientemente esta directiva, comprenderla plenamente y llevarla a cabo firmemente.

Preparar Continuadores para la Revolución Es una Importante Tarea Estratégica
Después de haber sistematizado la experiencia de la lucha entre las dos líneas tanto en el movimiento comunista internacional como dentro de nuestro partido, el Presidente Mao planteó la importante cuestión de la preparación de los continuadores de la causa revolucionaria del proletariado, un asunto que concierne al destino de nuestro partido y estado. El señaló: “En última instancia, la cuestión de preparar continuadores para la causa revolucionaria del proletariado es la cuestión de si habrá o no gente que pueda llevar a cabo la causa revolucionaria marxista-leninista iniciada por la vieja generación de revolucionarios proletarios, de si el liderato de nuestro partido y estado permanecerán o no en las manos de revolucionarios proletarios, de si nuestros descendientes continuarán o no marchando por el camino correcto establecido por el marxismo-leninismo o, en otras palabras, si podemos o no impedir exitosamente el surgimiento del revisionismo jruchovista en China. En resumen, es una cuestión sumamente importante, una cuestión de vida o muerte para nuestro partido y nuestro país. Es una cuestión de fundamental importancia para la causa revolucionaria proletaria durante cien, mil, e incluso diez mil años”. (168). Esta instrucción del Presidente Mao resalta plenamente el profundo significado de la preparación de continuadores de la causa revolucionaria del proletariado.
En cada etapa histórica de la revolución China el Presidente Mao siempre le ha atribuido una gran importancia a la preparación de nuevos cuadros y a la preparación de continuadores para la revolución. Ya desde la época de la Primera Guerra Civil Revolucionaria el Presidente Mao mientras estaba dirigiendo el Instituto del Movimiento Campesino, (169) preparó y educó a un gran número de destacados cuadros para la lucha revolucionaria de ese período. En la época de la guerra revolucionaria agraria el Presidente Mao aludiendo a la errónea concepción de no atreverse a escoger nuevos cuadros declaró: “Descarten esta concepción errónea y verán cuadros por todos lados”. (170) En el período de la revolución socialista –después de haber sintetizado la experiencia de la dictadura del proletariado- el Presidente Mao se dirigió al partido en los siguientes términos en 1964: “Con el fin de garantizar que nuestro partido y nuestro país no cambien de color, debemos no sólo tener una correcta línea y correctas políticas, sino que debemos preparar y educar millones de continuadores que lleven a cabo la causa de la revolución proletaria”. (172) Llamó al partido a: “Desde nuestra más alta organización hasta los niveles inferiores, en todas partes debemos prestar constante atención a la preparación y formación de continuadores de la causa revolucionaria”. (173) Durante la gran revolución cultural proletaria, el Presidente Mao una vez más señaló reiteradamente que debemos seleccionar cuadros jóvenes e integrarlos con los cuerpos dirigentes a todos los niveles. Durante varias décadas, nuestro partido –siguiendo todas estas enseñanzas del Presidente Mao- en el curso de una sumamente ardua y compleja lucha revolucionaria, ha preparado y educado sucesivas oleadas de cuadros revolucionarios, garantizando la implementación de la línea revolucionaria del Presidente Mao y conquistar victoria tras victoria. Existe muy aguda lucha de clases y lucha de dos líneas sobre la cuestión de preparar los sucesores para la causa revolucionaria del proletariado. Con el fin de lograr su criminal objetivo de derrocar la dictadura del proletariado, los enemigos tanto de dentro como de fuera del partido, siempre han tratado por todos los medios y maniobras posibles de empeñarse en una prueba de fuerza con el proletariado sobre quienes van a ser sus sucesores. Ellos cifran sus esperanzas de restauración en la tercera o cuarta generación de nuestro partido. (174) Para cambiar la línea básica de nuestro partido y restaurar el capitalismo. Lin Piao y compañía empeñados en sabotear la revolución desde dentro, luchando contra el proletariado sobre sus sucesores. Ellos se oponen febrilmente a las instrucciones del Presidente Mao respecto de la preparación de millones de continuadores de la causa revolucionaria del proletariado; falsificaron y distorsionaron para sus propios fines los requisitos para los meritorios continuadores del proletariado, (175). Sabotearon la “triple integración” de los viejos, de edad mediana y jóvenes (176) En los cuerpos dirigentes, también sedujeron y corrompieron a los cuadros de la generación joven con las venenosas ideas y estilo de vida de la burguesía. Ellos también atacaron el desplazamiento de jóvenes educados al campo (177). Y él envió de cuadros a la escuela de cuadros “7 de mayo”. (178) Difundieron traidoras calumnias, sosteniendo que las anteriores políticas eran “una forma disfrazada de trabajo forzado” y la primera “una forma disfrazada de desempleo” con la vana esperanza de apartar a los cuadros y a la joven generación del correcto camino del Presidente Mao y convertirlos en instrumentos dóciles de la restauración contrarrevolucionaria deseada por la clase capitalista terrateniente. Todo esto por su puesto era sólo una ridícula esperanza de su parte. La juventud y los cuadros revolucionarios en su conjunto ya han criticado enérgicamente las vergonzosas calumnias de Lin Piao y compañía tanto en las palabras como en los hechos.

Preparar y Seleccionar los Continuadores de la Causa Revolucionaria Mediante la Lucha
El Presidente Mao nos enseña: “Los continuadores de la causa revolucionaria del proletariado surgen en las luchas de las masas y se templan en las grandes tormentas de la revolución. Es esencial probar y conocer a los cuadros y escoger y preparar a los continuadores en el largo transcurso de la lucha de masas”. (179) Esta es la orientación fundamental según la cual debemos preparar y escoger los continuadores para la revolución; si llevamos a cabo cabalmente la instrucción del Presidente Mao, apresuraremos el surgimiento y crecimiento de los continuadores para la causa revolucionaria del proletariado.
Hay un dicho popular de que “Un viejo pino de mil años no crecerá en una maceta, ni un impetuoso caballo galopará en un cuadrilátero”. Los continuadores de la causa revolucionaria del proletariado sólo pueden surgir y templarse en las grandes tormentas de la lucha de masas. Los marxistas sostienen que el conocimiento nace de la práctica. La experiencia en la lucha, el arte de dirigir y la capacidad de trabajo de la gente no caen del cielo: se acumulan gradualmente por medio de la práctica de la lucha revolucionaria. Algunos camaradas están preocupados por la idea de encomendarles trabajos de dirección a los cuadros jóvenes, son ellos quienes piensan que los cuadros jóvenes no están suficientemente preparados políticamente y no son capaces de manejar las tareas duras; ésta es una concepción errónea. El Presidente Mao dice “Déjenlos entrar en acción y aprender haciendo, y se harán más capaces. De esta forma, surgirá en grandes cantidades gente excelente. “Tener siempre a los dragones adelante y a los tigres detrás, no producirá ningún cuadro”. (180) Si queremos que los cuadros jóvenes se hagan más capaces, debemos darles la oportunidad de templarse a sí mismos en las líneas de frente de los tres grandes movimientos revolucionarios, desafiar las tormentas, y aprender sobre el mundo en las crestas de las olas de la lucha de clases y la lucha de dos líneas. Mediante la verdadera lucha, ellos elevarán su conciencia de la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado, obtendrán una profunda comprensión del marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung y aprenderán a conocer y utilizar las leyes objetivas de los tres grandes movimientos revolucionarios. Las organizaciones del partido a todos los niveles deben darles concretamente guía a la vez que permitirles un libre manejo en su trabajo de modo que los cuadros más jóvenes logren comprender la situación, agarrar la política, atacar los problemas por sí mismos y dirigir el trabajo por sí mismos. Los organismos del partido deben ayudar concretamente a los cuadros más jóvenes, a la vez que exigirles mucho a ellos, deben prestarles mucha atención a ellos sin dejarles todo en sus manos. Deben dejar que los cuadros más jóvenes hagan pleno uso de su iniciativa y creatividad bajo la guía de la línea ideológica y principios del partido. Debemos animarles a mostrar un alto grado de audacia en su práctica, a atreverse a entrar en acción y a experimentar de manera que mediante la lucha mejoren su capacidad de combate por sí mismos y aprendan el arte de dirigir. De esa forma, avanzarán de un nivel de militancia práctica relativamente bajo a un nivel relativamente alto, de falta de madurez política a cierto grado de tal madurez, y de una incapacidad de dirigir el trabajo a una capacidad clara de hacerlo.
Para educar continuadores para la revolución en el proceso de lucha, debemos aplicar los cinco requisitos formulados por el Presidente Mao, e implementar la línea de desplegar gente sobre la base de sus capacidades. El Presidente Mao ha señalado que los continuadores de la causa revolucionaria del proletariado “deben ser auténticos marxistas-leninistas”, deben “ser revolucionarios que sirvan de todo corazón a la mayoría del pueblo de China y de todo el mundo”, deben “ser estadistas capaces de unirse y trabajar junto con la abrumadora mayoría”; “deben ser modelos en aplicar el centralismo democrático del partido, deben dominar el método de dirección basado en el principio de las masas a las masas y deben cultivar un estilo democrático como también ser buenos escuchando a las masas” ; “deben ser modestos y prudentes para guardarse de la arrogancia y la impetuosidad; deben estar imbuidos con el espíritu de la autocrítica y tener valor de corregir los errores y las deficiencias en su trabajo”. (181) Estos cinco requisitos planteados por el Presidente Mao constituyen el criterio más correcto con el cual preparar y escoger los continuadores de la causa revolucionaria del proletariado. Los organismos del partido deben estudiar, conscientemente, comprender completamente y aplicar firmemente estos cinco requisitos para preparar continuadores para la revolución. Debemos hacer hincapié en poner en los puestos de mando en todos los niveles a aquellos camaradas sobresalientes que han sido templados en el movimiento de la Gran Revolución Cultural Proletaria, que tienen un elevado nivel de conciencia de la lucha de dos líneas, que se atreven a combatir toda tendencia malsana, y clasificados y eficientes en varios campos y muestran bastante entusiasmo. Debemos en particular hacer énfasis en seleccionar a los elementos destacados de entre los obreros y campesinos pobres y medios de la capa inferior, y prestar atención a preparar cuadros mujeres y cuadros de las minorías nacionales. No debemos seleccionar para puestos dirigentes a aquellos elementos “sabihondos” que están metidos hasta el cogote en sus pasatiempos vocacionales, no tienen interés en la política y no quieren lastimar los sentimientos de nadie. Al mismo tiempo, debemos especialmente cuidarnos de los egoístas afanados en hacer carrera, conspiradores y embusteros como Jruschov, e impedir que tales malos elementos se cuelen en los cuerpos dirigentes y usurpen la dirección del partido y el estado en cualquier nivel.
Al preparar continuadores para la revolución debemos aplicar correctamente el principio de la “triple integración” de viejos, gente de edad mediana y jóvenes. La creación de combinaciones de “triple integración” por las amplias masas revolucionarias durante la Gran Revolución Cultural Proletaria es el producto de la integración del marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung con los movimientos de masas. Los estatutos del partido adoptados en el X congreso han definido claramente la aplicación de la “triple integración” de viejos, de edad mediana y jóvenes en los cuerpos dirigentes a todos los niveles como un principio organizativo del partido; esto nos ayuda enormemente en la esfera organizativa y nos proporciona condiciones sumamente favorables para preparar los continuadores para la revolución de conformidad con los cinco requisitos formulados por el Presidente Mao. La práctica ha mostrado que la aplicación del principio de combinar los viejos, los de mediana edad y los jóvenes en los cuerpos dirigentes a todos los niveles es un medio importante de preparar continuadores de la revolución en el proceso de luchar. Nuestros camaradas revolucionarios más viejos que han sido templados a través de largos años de lucha revolucionaria tienen una rica experiencia y buenas capacidades de dirección. Los cuadros más jóvenes son los más ávidos de aprender, los menos conservadores ideológicamente, son sumamente abiertos a lo que es nuevo, se atreven a pensar, hablar y actuar; ellos son el futuro y la esperanza de la revolución. Muchos cuadros de edad mediana combinan algunas características tanto de los cuadros viejos como de los jóvenes, además están llenos de energía y ocupan posiciones fundamentales en los cuerpos dirigentes. Si en la dirección colectiva encontramos cuadros viejos, de edad mediana y jóvenes que trabajan todos juntos, aprenden unos de otros, se complementan entre sí y progresan juntos, esto no sólo hace vigoro al cuerpo dirigente y pleno de espíritu de combate, sino que también le permite a los jóvenes templarse más ellos mismos gracias al ímpetu, entrenados y ayudados por la generación más vieja, y para asumir, después de un corto período de tiempo, la tarea de continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado. (182)

Que Todo el Partido Asuma la Tarea de Preparar Continuadores
Preparar continuadores para la causa revolucionaria del proletariado no es cuestión de preparar una o dos personas sino millones y millones. En todos los frentes, en cada unidad o sección, en cada puesto, debemos preparar continuadores para la revolución. Esta tarea no puede cumplirse a menos que todo el partido le atribuya importancia a ella y todo el mundo la trabaje.
Las organizaciones del partido deben elevar absolutamente su conocimiento de la importancia estratégica de la preparación y educación de los continuadores de la revolución, mirar este problema desde el plano superior de la lucha de dos líneas y la lucha de clases, y asumir la tarea de preparar sucesores como una tarea importante para, desarrollar y fortalecer el partido e implementar la línea revolucionaria del Presidente Mao. Esta cuestión debe mantenerse en la agenda de los comités de partido. Debe discutirse y estudiarse frecuentemente, y debe ejercerse control y sintetizar las experiencias en este campo. Ligando esta tarea al movimiento de crítica a Lin Piao y rectificación del estilo de trabajo, debemos estudiar más profundamente las enseñanzas del Presidente Mao sobre la preparación de continuadores de la causa revolucionaria del proletariado, criticar los disparates difundidos sobre esta cuestión por Lin Piao y otros estafadores como él, destruir los obstáculos ideológicos y elevar nuestra conciencia. Algunos camaradas piensan que es necesario “clasificar las generaciones según sus haberes”. Ellos sólo consideran la experiencia como un “haber”. Nosotros consideramos la experiencia revolucionaria como algo muy valioso. Si un cuadro tiene un considerable caudal de experiencia, lo que quiere decir que ha sido educado por el partido durante muchos años, y ha pasado a través de numerosas pruebas en la nueva lucha revolucionaria, por lo general deben tener un elevado nivel de conciencia sobre la cuestión de la línea, y aún más experiencia en el trabajo. Por lo tanto, nuestro partido siempre ve a los cuadros más viejos como tesoros valiosos. Sin embargo, si comparamos un caudal de experiencia de una parte, con la actitud y la capacidad por la otra, la primera pasa a segundo lugar. No debemos atribuirle demasiada importancia a la experiencia, mucho menos considerarla por encima de la actitud y la capacidad. Si “clasificamos” las generaciones según sus “haberes”, veremos sólo los “haberes” de los cuadros y la “generación” a la que ellos pertenecen y no por su “capacidad” y “actitud”, y de este modo se hará imposible seleccionar los elementos destacados entre los obreros y campesinos pobres y medios de la capa inferior y ponerlos en puestos de dirección; gran cantidad de talentos permanecerán sin utilizar y la causa del partido se perjudicará. Debemos descartar por completo la equivocada concepción de “clasificar” a las generaciones según sus “haberes” y promover audazmente lo que es nuevo. También hay camaradas que piensan que, ya que hay nuevos cuadros en los cuerpos dirigentes, podemos reducir el ritmo de trabajo de preparación de continuadores. Esta es una concepción errónea. Debe comprenderse bien que el profundo desenvolvimiento de la revolución socialista y el avance por saltos del trabajo de la construcción socialista requieren gran cantidad de cuadros con mucha actitud y capacidad. Si no abordamos inmediatamente el trabajo de prepararlos y escogerlos seremos responsables de dar lugar a una ruptura en el trabajo del partido en una fecha posterior, especialmente ya que el desarrollo de cuadros requiere todo un proceso de preparación y educación. Debemos por lo tanto destruir la concepción de que podemos abordarlo lentamente, sino todo lo contrario, debemos hacer buen uso del momento oportuno actual, cumplir las necesidades de la situación y llevar activamente el trabajo de preparar y escoger continuadores. La concepción de que “es mejor no promover muchas personas a los niveles superiores que promoverlas” es una concepción muy estrecha. La preparación de continuadores de la causa de la revolución del proletariado concierne a la causa de la revolución en su conjunto; es inseparable del objetivo final de la completa emancipación de toda la humanidad. Por lo tanto, debemos adquirir una perspectiva omnímoda [global], actuar según el estilo de Longkiang (183). Y no prestar atención sólo a nuestra unidad, sección o distrito. Todas las empresas y fábricas, comunas populares en las zonas rurales y diversas organizaciones y sectores de nuestro país socialista deben no sólo producir y hacer bien su trabajo, sino que también deben formar nuevos talentos y promover millones de continuadores de la causa revolucionaria del proletariado. Los organismos primarios del partido deben prestar atención activamente a preparar una fuerza de reposición y enviar equipos, voluntariamente, de nuevos cuadros a puestos donde son más necesarios para la causa revolucionaria; tal es la actitud que debemos adoptar.
Debemos tomar medidas verdaderamente efectivas para fortalecer la preparación y formación de continuadores revolucionarios en diversas esferas. Por una parte, los organismos del partido deben crear las condiciones favorables para que los nuevos cuadros se templen en la práctica de la lucha, y, por otra parte organizar adecuadamente su estudio, su trabajo y actividades manuales y ayudarlos conscientemente a resolver las contradicciones entre trabajo y estudio. Al mismo tiempo, teniendo en cuenta las necesidades de la situación, debemos, en el momento oportuno, en cantidades apropiadas y de manera planificada, enviar equipos de ellos a estudiar los clásicos marxista-leninistas y obras del Presidente Mao en grupos de estudio de obreros-campesinos-soldados, y en otros diversos grupos de lectura, a fin de profundizar su comprensión del marxismo-leninismo e imbuirlos con la concepción del mundo materialista dialéctica e histórica. (184) Los organismos del partido deben fortalecer su liderato con respecto al trabajo de preparar sucesores. Deben prestar atención a su desarrollo en el frente político y enseñarles mediante el cuidadoso trabajo ideológico y político, a nunca divorciarse de la realidad, de las masas ni del trabajo manual. Si los nuevos cuadros muestran deficiencias o cometen errores en el proceso de lucha, los organismos del partido deben ayudarles a analizar los porqués y los motivos, a sintetizar sus experiencias, a diferenciar entre lo que es bueno y lo que es malo, y a elevar su nivel. Estos organismos también deben asumir sus responsabilidades, animarles a trabajar con toda seriedad, y nunca deben reprenderles injustamente ni criticarlos excesivamente. Esta es la única forma de garantizar que los nuevos cuadros saquen las lecciones de sus errores y fracasos por sí mismos, cometer menos errores y experimenten un desarrollo saludable.
La preparación de millones de continuadores de la causa revolucionaria del proletariado no es asunto sólo de organismos del partido y sus secciones, sino que concierne a todo el partido. Los organismos del partido y toda la militancia deben manejar correctamente este trabajo y esforzarse por llevar a cabo bien. Los camaradas en puestos de dirección en particular, deben servir de todo corazón a la abrumadora mayoría, poner los intereses del partido y del pueblo por encima de todo lo demás, abordar de buena voluntad el trabajo de preparar continuadores revolucionarios, acoger calurosamente el desarrollo de estas nuevas fuerzas y preocuparse por ellos. Deben evaluar correctamente los nuevos cuadros que han sido colocados en puestos de dirección, discernir bien sus características e inclinaciones, y si encuentran que tienen deficiencias o cometen errores, adoptar una correcta actitud y ayudarles calurosamente a corregir su camino; la actitud de mirar las cosas desde lejos, sin involucrarse, o de burlarse de la gente es absolutamente incorrecta.
Todos los jóvenes revolucionarios deben de esforzarse por cumplir los cinco requisitos para los continuadores de la causa revolucionaria del proletariado; deben ser estrictos consigo mismos, y no defraudar las grandes esperanzas que el partido y el pueblo han puesto en ellos. Los cuadros recién integrados en los cuerpos dirigentes también deben tener una actitud correcta. Deben ser prudentes y captar el carácter prolongado y la complejidad de la lucha entre la burguesía y el proletariado sobre los continuadores durante todo el periodo histórico del socialismo; deben rechazar conscientemente los ataques de los proyectiles almibarados de la burguesía, sacar lecciones del hecho de que alguna gente, al no prestarle atención al no remodelar su concepción del mundo, son ganados por la burguesía; no deben ser “tan efímeros como las rosas”. También deben ser modestos y prudentes, “disecarse” estrictamente ellos mismos, estudiar conscientemente, esforzarse por remodelar conscientemente por remodelar su concepción del mundo, derrotar las ideas no-proletarias, fortalecer su espíritu del partido; en los tres grandes movimientos revolucionarios, den aprender modestamente de los viejos cuadros y de las masas, aceptar un puesto superior o inferior, ser “mandarines”  así como gente común, ser capases de resistir la prueba de los altibajos; deben comprender la importancia de sus responsabilidades, siempre poner los intereses del partido primer lugar tener un conocimiento y una visión general de la situación global, y buscar la unidad, deben actuar en toda circunstancia, de acuerdo con la línea política y los principios del partido hacer contribuciones al partido y al pueblo. Los nuevos cuadros deben esforzarse arduamente por preservar siempre el espíritu de la lucha ardua del pueblo trabajador, aunque hayan sido promovidos, deben estar decididos a hacer la revolución y servir de todo corazón al pueblo aun cuando estén en altas posiciones, aunque se hayan convertido en líderes, siempre deben comportarse como alumnos de las masas, preservar siempre su vigor revolucionario y avanzar siempre por el camino de continuar la revolución.

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